Bichos

Acabo de ver un búho,
Me he salido al bacón y me lo e encontrado ahí, mirándome, con cara de pensar ¿Qué hará ese gili ahí, a estas horas?
Y es que me he quedado parado. Debéis de reconocer que la situación es absurda. Lo último que te esperas al salir al balcón es encontrarte con una cosa así. Yo esos bichos los había visto en los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente, cuando era un crío. Y en alguna excursión al zoológico. Ese había sido casi todo el contacto con la madre naturaleza. Y de golpe esto.
He estado como cinco minutos ahí, hipnotizado por su mirada. Preguntándome por que coño me pasan estas cosas a mi. Y por que me pasan siempre de madrugada, cuando no hay testigos cerca para corroborar que es cierto.
Es que después, parece que me las invento. Que siempre me pasa lo mismo.
Imaginad la cara de mi mujer, al día siguiente cuando le explico estas cosas.

Jota: Anoche había un búho en el bacón.
Mujer: Si, y lo acompañaban dos ornitorrincos, no te jode.
J: ¡En serio ¡
M: Te tengo dicho que no le des al pacharán por las noches. Que luego ves cosas raras.

Fue mudarme a la casa donde vivo y recibir una dosis masiva de naturaleza. Un encuentro cara a cara.
Jota, esto es la Naturaleza. Naturaleza, esto es el Jota.

Y es que vivir a las afueras de la ciudad tiene estas cosas. Ya he sacado dos serpientes de dentro de la casa. Una en el baño y la otra en el dormitorio. No se como se lo hace, pero siempre se las encuentra mi mujer. La escena es tremenda.
Y no me da cosa cogerlas. Una vez que he conseguido descifrar la información que se encuentra escondida entre los murmullos de mi mujer (la pobre no se atreve ni a gritar. Murmulla algo que suena como ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ IIIIIIIIIIIIhhhhhhhnte, serpiiiIIIIIiiiiiiiiiinte¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Señalando algún rincón de una forma obsesiva, mientras de saltitos) Busco unos guantes gordos, de los del curro. No vaya a ser venenosa. Y a la caza de la bicha. Que no veas lo que corren, para no tener piernas. Cuando la he cogido, al huerto, a soltarla allí. Que esos bichos se comen los ratones. Y que a lo mejor tiene sepientitas y todo, y la esperan en el nido con ojos como en las pelis de Disney. En plan tierno.

También he visto un zorro, jabalís (o se escribirá jabalíes??), conejos y estoy pendiente de ver un erizo. A ver si se deja pillar y lo puedo traer a casa, me caen bien esos bichos.
Y muchos murciélagos (que valen la pena nada mas que por que en su nombre están todas las bocales y no hay muchas cosas de las que se pueda decir lo mismo. Piensa, piensa...)

Lo que no soporto son los insectos. Aquí adquieren unas proporciones espectaculares. Y hay muchos. Les tengo un miedo casi patológico. Un miedo que me deja paralizado ante cualquier bicho que no sea una mosca. Y claro, a ver como le explicas esto tu a tres mujeres, que vienen a buscarte a ti, el hombre de la casa, machomen, a que las salves de una mantis religiosa del tamaño de una paloma.